miércoles, 1 de diciembre de 2010

Introducción

La química, como un arte eminentemente práctico, es mucho más antigua y se retrotrae a los primeros herreros de la Edad de Bronce, a los alfareros tempranos y artesanos de la piedra, aún mucho antes de la civilización de Grecia, tiempos en los que nadie intentó entender la naturaleza de los materiales químicos bajo ninguna forma que haya sobrevivido a las prácticas concretas. A modo de ejemplo, podemos afirmar que el concepto de sustancia se remonta a este período preteórico y hasta prehistórico.
Por lo tanto, mucho del pensamiento y conocimiento que ahora usamos en la química se remonta, de hecho, a los principios de la historia de la humanidad.
Probablemente la química es una de las ciencias que más se situaron en la acción para alcanzar la comprensión, prefigurándose como ciencia a partir de la revolución científica post-Descartes, cuando logra deshacerse de ataduras religiosas, trascendentes, e incluso filosóficas. Boyle, Dalton, Lavoisier: más cerca de crear sistemas lógicos que describan los fenómenos; en definitiva, algo que hoy puede asemejarse a los modelos. Pero en el mismo momento en el que aparecen los microorganismos, hay todo un orden de magnitud que comienza a descubrirse, dando lugar entonces a la observación y conocimiento de los micro y nano fenómenos.

La química permite obtener un entendimiento importante del mundo y su funcionamiento. Se trata de una ciencia eminentemente práctica que ha tenido una influencia enorme sobre nuestra vida diaria. Por medio del empleo de la química se han logrado importantes avances tecnológicos para mejorar la calidad de vida del hombre. Se han descubierto sustancias farmacéuticas que fortalecen la salud. Se ha aumentado la producción de alimentos mediante el desarrollo de fertilizantes y plaguicidas. Han sido creados plásticos y otros materiales que se utilizan en gran parte de las actividades humanas. Desafortunadamente, algunos productos químicos también pueden dañar la salud o el ambiente, por lo cual como ciudadanos educados y además consumidores, es deber conocer y entender, los profundos efectos , tanto positivos como negativos, que las sustancias químicas ejercen sobre nuestra vida, y en consecuencia, establecer un equilibrio informado en cuanto a su uso.

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